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22 / 08 / 2018

Tengo un logotipo, ¿Y ahora qué?. Branding eficaz.

Ahora es momento de crear una marca que no sea solo un logotipo, debe ser reconocida, creíble y duradera en el tiempo, que sirva de escudo en momentos de crisis y de baluarte en momentos de bonanza. Y aunque parezca una pregunta sencilla, muchas empresas desconocen el trabajo estratégico que conlleva la construcción de una marca, independientemente del tamaño de su empresa.

 

 

Ahora es momento de evolucionar de un simple logotipo a  crear una marca que sea reconocida, creíble y duradera en el tiempo, que sirva de escudo en momentos de crisis y de baluarte en momentos de bonanza. Y aunque parezca una pregunta sencilla, muchas empresas desconocen el trabajo estratégico que conlleva la construcción de una marca, independientemente del tamaño de su empresa.

 

En la construcción de una marca, el diseño del logotipo es esencial para conseguir, en un mercado cada vez más atomizado, diferenciarte del resto, pero tiene que estar acompañado de una estrategia que ayude a cualquier elemento comunicativo, por ejemplo: website, imagen corporativa, packaging, stand en ferias o elementos multimedia, a transmitir los valores que rodean a la marca.

 

Para conseguir transmitir los valores que diferencian su marca de la competencia y fortalecer la identidad de los productos y servicios que se quieren comercializar, es necesario realizar un trabajo profesional y claramente definido en cuatro fases; investigación, planificación, comunicación y medición de resultados.

 

Normalmente, las empresas saltan directamente a la fase de comunicación, sin una estrategia a medio o largo plazo, sin diferenciar target, acciones, objetivos… sin un proceso profundo de análisis, únicamente con un buen diseño o con un naming discutible, pero sin estrategia efectiva ni trasfondo y consecuentemente con una eficacia reducida.

 

Además, es importante trabajar partiendo desde la experiencia que el consumidor va a tener con tu marca, haciéndolo partícipe del storytelling de la marca, de forma que contribuya a establecer una conexión emocional.

 

Otro aspecto fundamental y que pocas veces se tiene en cuenta, es cómo trabajar la ventaja competitiva (Unique Selling Proposition) ayudando así a marcar la diferencia con el resto de competidores. Para conseguirlo, volvemos a encontrarnos con la necesidad de tener una estrategia perfectamente definida y unas líneas de trabajo claras y visibles.

 

Sin todo lo que hemos hablado, se puede comunicar, pero no impactar; se puede dar visibilidad, pero no valor; se puede llegar al consumidor, pero no conectar con él, y a largo plazo se tiene un logotipo bonito pero no se puede conseguir una marca perdurable en el tiempo.