Hace ya bastante tiempo, la artefinalización de un trabajo de diseño era una labor ardua, meticulosa y concienzuda que precisaba de un elevado nivel de conocimientos técnicos de artes gráficas. Actualmente, aunque las nuevas aplicaciones han simplificado considerablemente esta labor, sigue siendo importante conocer los distintos procesos que siguen al trabajo de diseño si queremos que nuestro trabajo se traslade correctamente de la pantalla a la pieza final.
En Artsolut, gracias a nuestros más de 20 años de experiencia en el mundo del diseño (gráfico, editorial, branding, packaging,…), seguimos un estricto control de calidad interno, que nos lleva desde la elaboración y revisión del arte final hasta la supervisión de la producción en la imprenta, desde el arranque de máquina hasta la producción final.
Prestamos especial atención a nuestro control de calidad, porque es el único medio para conseguir que nuestros trabajos culminen correctamente, con la máxima calidad y sobre el material idóneo para cada pieza creativa. Este proceso de control de calidad para obtener el producto que deseamos es importante para nosotros porque sabemos que es importante para nuestros clientes.
Supervisamos y controlamos los tamaños definitivos, las gamas de colores adecuadas, demasías y reventados, resolución, tamaño y gama de color de las imágenes, troqueles, tipografías, hendidos y tintas especiales, y un sinfín de ítems que varían de acuerdo a la tipología del trabajo y a las características de su reproducción.
Por descontado, el mérito de un buen trabajo no es únicamente del diseñador y el artefinalizador. El trabajo no podrá concluirse con calidad si no dispones de proveedores especializados que te aporten soluciones y asesoramiento adecuados a cada pieza gráfica.
Escoger un buen proveedor no es tarea sencilla, debes tener en cuenta la calidad, el precio, los tiempos de impresión y entrega, y lo más importante, la relación de confianza, pues en algunos casos los tiempos de impresión y entrega están fuera de plazo desde el principio.
Cuidar los detalles es fundamental para garantizar la satisfacción final del cliente. De nada habrán servido todas las horas de trabajo previas, todos los OK al diseño, si la pieza final no es como tenía que ser.